UN DÍA DISTINTO PARA SIONISTA

Hoy renunció Sebastián Svetliza a la institucion paranaense y todavía el mundo del básquet no lo asimiló. Un repaso de la última campaña y de sus números como entrenador.

 

Por Gabriel Maidana

 

Parecía que el domingo 6 de marzo sería un día más, en el que entre otras cosas se pensaba en cómo iba a darse el Superclásico del fútbol argentino por la tarde. Sin embargo, algo inesperado sucedió y todo cambió.

 

Cerca de las 14 llegó el comunicado de prensa de Sionista, en el que Sebastián Svetliza, el entrenador que está vinculado a la institución desde hace 28 años y que dirige al Centro desde 1996, había tomado la decisión de dar un paso al costado, «con el objetivo de  descomprimir la situación actual y posibilitar que Sionista finalice de la mejor manera la presente temporada».

 

Pasan las horas y desde el Centro Juventud aún no pueden creer lo que sucedió en el día de hoy. Es que más allá que el equipo no la pasa para nada bien en la presente temporada, el DT no había mostrado indicios de la decisión que finalmente tomó.

 

Según pudo averiguar La Cábala, Sebastián aún no dialogó con los jugadores, algo que haría mañana en el entrenamiento matutino, ya en forma de despedida. En tanto, desde la dirigencia la idea es que Santiago Vesco actúe como entrenador interino en el juego ante Boca del próximo martes en el Moisés Flesler, y luego ir en búsqueda de un reemplazante, ya que aún quedan 17 juegos por la Fase Regular, y la zona baja de La Liga está más caliente que nunca…

 

LA CAMPAÑA 2015/2016

Sebastián Svetliza siempre hace alusión a la frase: «La Liga te ubica en el lugar que te mereces»; y es así. Sionista se ubica en el penúltimo escalón de la Conferencia Norte porque realmente no ha encontrado el camino esta temporada.

 

Desde un principio se armó un elenco sin nombres rutilantes, con tres buenos foráneos y nacionales que acompañen. Un elenco con jugadores de rol, que tuvieran como prioridad la intensidad defensiva y pasarse la bola en ataque, buscando la mejor opción a la hora de tomar un lanzamiento.

 

Lo cierto es que Sionista, tras tener un arranque avasallante, poco a poco se fue desinflando. Comenzó con un récord 6-2, venciendo a equipos como Quimsa y Regatas, pero terminó la primera fase con 10 triunfos y mismo número de derrotas. Desde entonces, las dudas empezaron a ser más y más.

 

En el medio, rotación de extranjeros, algo que sin dudas desgastó al equipo, ya que cada uno tiene diferentes características y toda adaptación lleva su tiempo.

 

Comenzó la segunda fase y los momentos de irregularidad fueron el principal problema para el conjunto paranaense, que  cuando le sacaron varios puntos de diferencia durante un juego, pocas veces dio vuelta los encuentros.

 

Con el correr de los cotejos, algunos intépretes comenzaron a querer cambiar la imagen del equipo jugando individualmente, lo que empeoró aún más la situación.

 

Diciembre pasó sin pena ni gloria para Sioni, y se esperaba que tras el receso de las fiestas el equipo sea otro. No obstante, nada cambió. Se modificaron fichas nacionales (Jasen por Agostino), pero enero fue más de lo mismo, y los de calle Carbó se acostumbraron a perder seguido.

 

De local, por momentos el equipo aparecía… pero sólo por momentos. Y en esta Liga tan dura y pareja, eso no alcanza. En cambio, de visitante era un conjunto totalmente desvirtuado, sin línea alguna, y de muy bajo rendimiento. Los partidos pasaron y el objetivo cambió rotundamente. De ser competitivos e intentar por pelear un puesto en play off, a tratar de no quedar en el último lugar de la tabla de posiciones.

 

Mario West, Jiri Hubalek, Charlie Westbrook, y hasta el mismo Reynaldo García, fueron extranjeros que rindieron en su momento pero que con el correr de los capítulos terminaron de la misma forma: jugando con desgano.

 

Encima, Sionista tuvo varios cotejos claves ante rivales de inferior calidad, en los que el plantel no marcó diferencias y terminó cayendo; algo que también fue generando desgaste.

 

Por último, se produjo la salida de Dwayne Jones, extranjero con defectos y virtudes, pero que sin lugar a dudas le daba estabilidad al equipo. De igual modo, da la sensación que hubo más que un cambio de ficha en ese corte, y se trajo a Terrence Lether, foráneo que más allá de su esfuerzo, no ha estado a la altura de la competencia hasta el momento.

 

De todas maneras, y más allá que ha habido otras temporadas en las que el Centro Juventud realmente hizo peor las cosas, Svetliza decidió ponerle fin a su relación con la institución.

 

Por otra parte, durante todos los años en los que estuvo delante del primer equipo, el DT paranaense tomó la mayoría de las decisiones, con el aval de la dirigencia, ya sea para armado de planteles, contrataciones, cortes, formas y equipo de trabajo, etc.

 

Está claro que el coach tiene la suficiente capacidad para dirigir un conjunto de Liga Nacional, lo demostró con Sionista. Pero la derrota con Olímpico con por más de 50 puntos del último jueves (95-45), pareciera que fuese la gota que rebalsó el vaso.

 

Una decisión inesperada. Eso es lo que se piensa tanto fuera como dentro de la intimidad del plantel.

 

SUS NÚMEROS

Sebastián Svetliza fue entrenador del primer equipo de Sionista desde 1996.

Su primer logro lo obtuvo tres años más tarde, en 1999, cuando se consagró campeón de la Liga Provincial y logró el ascenso a la Liga B (equivalente al actual Torneo Federal).

Solo cuatro temporadas le bastaron en la categoría para subir un nuevo peldaño, llegando al TNA en la temporada 2002/2003.

En segunda división fue similar. Incluso necesitó solo tres temporadas para convertirse en un equipo protagonista que se quedó con el ascenso después de haber quedado cerca anteriormente.

Desde la 2006/2007 hasta ahora, fueron 10 temporadas en la Liga Nacional, alternando buenas y malas.

En total, fueron 494 partidos los que dirigió en la máxima categoría, obteniendo 234 victorias (47,4%) y 260 derrotas.

 

LOS PLAYOFFS

Sin dudas que el mejor año del paranaense y su equipo fue en la temporada 2009/2010. Entonces se metió en semifinales después de eliminar a Quimsa por 3-1 en la serie. En la instancia decisiva se cruzó con Atenas, quedándose los cordobeses con la serie por 3 a 2.

No fue la única, pues un año antes (en la 2008/2009) ya había quedado Sionista entre los cuatro mejores. En esa oportunidad le ganó 3-1 a Quilmes de Mar del Plata y 3-1 a Gimnasia de Comodoro, pero Atenas lo barrió 3-0 en las semis.

Anteriormente, había disputado la Reclasificación en sus dos temporadas debut, cayendo ante Deportivo Madryn 3 a 2 (2006/2007) y Obras, también en cinco juegos (2007/2008).

En la 2010/2011, después de dos años como semifinalista, debió afrontar el playoff por la permanencia. Allí le ganó 3 a 1 a Monte Hermoso Básquet y mantuvo la categoría.

En adelante, los paranaenses solo llegarían a la Reclasificación: 2011/2011, 0-3 con Weber Bahía; 2012/2013, 0-3 con Atenas; 2013/2014, 0-3 con Quilmes; y recién en la última, 2014/2015, pudo volver a ganar una serie. Fue 2 a 1 a Libertad de Sunchales para volver a los cuartos de final, donde cayó 3 a 0 ante Quimsa, que luego sería campeón.