El campeonato juvenil llegó a su fin y, a pesar de que se cambió la forma de disputa de la etapa final, ya hay diferentes campeones en cada categoría. Dos son los que tiene Patronato, pero más allá de estos títulos, definitivamente éste fue el año de las formativas.
Por Gabriel Obelar.
El título puede ser confuso, aunque si miramos el presente con el pasado, uno no puede evitar decirlo.
Todos han hablado del año de las inferiores, de los resultados, sus jugadores, etc. Pensemos dos años atrás, en el 2013. Se formó todo a las apuradas, la mayoría fueron jugadores de la ciudad o alrededores, con lugares mínimos de entrenamientos y con resultados poco alentadores.
Un año después, ya se notó un cambio, con la mente puesta en diferentes objetivos, aunque el principio del torneo fue algo similar. Lo más rescatable y sorprendente fue aquella categoría que llegó a la final de la Copa Integración. La 7ma. División perdió 3-0 en Córdoba ante Talleres, pero el resultado fue anecdótico, porque ese fue uno de los primeros pasos.
El 2015 llegó lleno de ilusión, en una etapa clasificatoria con dos rivales de jerarquía: River Plate y Estudiantes de La Plata. Los equipos aún tomaban forma, salvo algunos que consiguieron resultados positivos o demostraron cosas buenas desde lo futbolístico, como las divisiones cuarta, sexta y novena.
Gran parte de los resultados se dieron. Tres puntos faltaron para ver a Patronato en la máxima competencia juvenil, al menos para el interior, la Copa Campeonato. Repasando las diferentes tablas, lo hecho hasta ese momento fue más que meritorio y ya se empezó a notar el crecimiento en todo aspecto.
Las canchas de entrenamiento aún no eran (y no son) las adecuadas, los elementos de trabajo ahora están, en su mayoría. A pesar de eso, todos tenían un objetivo claro, demostrar lo que era el Santo en inferiores.
La segunda etapa del año tuvo un objetivo, tal vez no pensado, pero desde nuestro punto de vista esperado: cambiar la imagen del Patrón, es decir que deje de ser un equipo accesible y se convierta en uno competitivo y de temer.
En la Copa Integración, le tocó la zona con menos equipos y menor cantidad de partidos para llegar a la final (que después no se hizo, por diferentes situaciones organizativas). Primera fecha contra Sarmiento de Junín. Final del sábado y la gran mayoría de equipos fueron los ganadores.
Así fueron pasando las fechas, donde, más allá del resultado, el estilo de fútbol, la idea y las formas se hacían notar en cada encuentro y se plasmó en las tablas de ubicación. Llegando a la sexta fecha, cuatro divisionales del Santo lideraban en sus respectivas divisiones.
Lógico que es imposible, o muy poco probable, salir campeón con todas las categorías; pero hubo dos que lograron alzarse con el máximo título de Campeón, como son la 5ta y la 6ta. La mayor de ellas, dirigida por Marcelo Candia, fue la única que mantuvo la regularidad a lo largo de la segunda mitad del año, sacando una diferencia notable con sus rivales.
En cuanto a los comandados por Cristian Díaz, tuvieron que pelear casi hasta el final, debido a que tuvo un bajón en ciertos cotejos.
Pero no nos detengamos solo en ellos, también hablemos de las demás.
La 4ta división, fue una de las pocas que luchó hasta la última fecha, con un estilo más que característico y con un equipo, que desde su solidez defensiva, comenzaba a crear. Por algunos puntos perdidos innecesaria o injustamente en otros casos, los dirigidos por Ariel Giacinti se quedaron con el sub campeonato en su Zona.
Las más chicas, no tuvieron el año pensado en cuanto a resultados en la segunda fase. A pesar de tener a la 7ma y 9na en los puestos altos en las primeras jornadas, cada tanteador de partido le jugó en contra, sobre todo en la recta final.
Sin embargo, quedarse con el tanteador final, sería no ver el esfuerzo. En el fútbol no siempre las cosas salen como uno las piensa, ese fue el caso de la 7ma y 8va. Varios partidos fueron los que pelearon desde atrás por algunas fallas o distracciones, o que se encontraron con el arco cerrado, pero los conceptos y la idea estuvieron.
La 9na, se topó con un escollo grande. Al igual que en la B Nacional el duelo entre Rojinegros y Atlético Tucumán se dio en la categoría más chica. Palo a palo era fecha tras fecha para no perderle pisada al Decano, que solo aventajó siempre por tres unidades. En la recta final los marcadores fueron adversos para el Negro, que finalmente terminó ubicándose en la tercera colocación.
No siempre se analiza todo en torno al resultado o los festejos finales, que son decoraciones de lo interno. El próximo año la meta será distinta, quizás proyectando más alto. “Es más fácil crecer en la victoria que en la derrota”, dice Oscar Regenhardt. Frase que mostró el crecimiento en pocos años de vida de las inferiores Rojas y Negras.
TABLA ACUMULATIVA – COPA INTEGRACIÓN – ZONA NORTE
EQUIPO | PTS |
PATRONATO | 186 |
GODOY CRUZ | 157 |
SARMIENTO | 152 |
BOCA UNIDOS | 150 |
ATL. TUCUMÁN | 138 |
CRUCERO DEL NORTE | 137 |
DOUGLAS HAIG | 129 |
SAN MARTIN (SJ) | 81 |
IND. RIVADAVIA | 71 |