Mario Monjes, de la Filial Paraná de River, dialogó con La Cábala desde Tokio, en la previa de la final del Mundial de Clubes entre el Millonario y el Barcelona. «Este es el viaje de nuestras vidas», definió y contó diferentes aspectos del país oriental.
«He ido a ver a River más de 400 veces pero este es el viaje de mi vida. No se compara con nada». Esa fue una de las frases que dejó Fredi desde Japón, contando cómo se viven las horas previas a la final del Mundial de Clubes, pero además de eso todo lo que conlleva la experiencia de viajar al torneo de clubes más importante del planeta. En este sentido, explicó: «No es fácil armar este viaje. Es complicado en todos los sentidos: el tiempo, la plata, la distancia. Fue necesario el apoyo de la familia para poder viajar. Si lo pensas bien no te venis, pero estas cosas no se piensan», afirmó.
Desde la Filial Paraná viajó un grupo de aproximadamente 20 personas para alentar a River ante el Sanfrecce y ahora estarán frente al Barcelona, en lo que definió como «una experiencia increíble, el sueño de todos los que estamos acá». Luego, contó cómo fue el periplo hasta llegar al país Nipón: «Fuimos a Brasil, paramos en Barcelona, ahí le tiramos sal al Nou Camp y nos pusimos a cantar en la puerta, después recorrimos mucho la ciudad. Luego fuimos a Milán, que es una belleza, y desde ahí sí llegamos a Japón, para ir más tarde hasta Osaka a ver la semifinal».
Más allá de lo futbolístico, el paranaense contó diferentes particularidades del país: «El japonés vive en su mundo, metido en su celular; pero a la vez son híper atentos, educados y limpios. A uno le llama la atención que por un lugar se suba y por otro se baje, es todo extremadamente ordenado pero sino no se podría vivir con la cantidad de gente que hay. Uno pide algo y le dan mucho más de lo que se solicita y no es tan caro como uno se imagina». Además, aseguró: «Con la comida se complica pero hay que hacerlo. La verdad que muchas veces no sé lo que comimos», aseguró entre risas.
Asimismo, luego de haber visitado las canchas en Europa y Asia por esta gira, analizó: «Ahí me di cuenta que el problema de la seguridad nuestra no es de la policía ni de la infraestructura de las canchas, sino de la gente. Nosotros tenemos que culturizarnos». En esa línea, contó cómo fue la compra de tickets y el acceso al estadio en Osaka: «Compramos las entradas por FIFA y las retiramos en la puerta del Estadio unas 10 horas antes del partido, con más de 15 boleterías trabajando en el momento, nadie obstruyo los accesos, etc. Se hizo todo muy rápido», explicó.