La Cábala Las últimas de noticias sobre deportes de Paraná, Entre Ríos y la región: fútbol, básquet, rugby, automovilismo, handball, sóftbol, voley y más. El preparador físico de Paraná, devenido en entrenador, habló a La Cábala sobre el reciente triunfo ante Juventud Unida Universitario de San Luis que les permitió salvarse del descenso. La preparación en la semana, su debut en el cargo, la salida de Edgardo Cervilla y el objetivo cumplido fueron algunos de los temas que tocó Sebastián Furios.
En el inicio de la conversación, Tati -como lo llaman los allegados- comentó como fue su preparativo para el duelo ante el equipo sanluiseño: «Estaba muy metido con este nuevo desafío. Es un trabajo que no había hecho hasta el momento y no quería dejar ningún detalle librado al azar», y explicó: «Un profe toma decisiones diferentes. A veces Edgardo (Cervilla) nos consultaba pero no es lo mismo que hacerlo en su puesto. Acá no le podés errar. Les hice saber que soy uno más que quiero estar a la altura y que acaten la decisión como a cualquier técnico para salir de esta situación entre todos». A su entender, la semana fue desgastante, aún más que el partido y detalló: «Traté de tener la cabeza más fría que cualquiera para tomar la mejor decisión posible».
La victoria significó la salvación para el elenco paranaense, que jugará una temporada más en el Torneo Nacional. Sobre esto, apuntó: «Fue un desahogo muy grande después de una semana difícil. Se mantuvo la base del torneo pasado y pensamos que íbamos a tener un semestre tranquilo. no lo tuvimos y se nos complicó; no pensábamos llegar a esta parte del torneo en esta situación», dijo, y argumentó: «También pasó que tuvimos 10 empates, si hubiéramos ganado 2 o 3 de esos -que los merecimos- sería otra cosa. Se empezó mal, se terminó a los tumbos pero por suerte cumplimos el objetivo y ahora tenemos que sumar para el torneo que viene».
Un tema importante en la última semana fue la salida de Cervilla de la conducción técnica del Decano, acerca de lo que contestó: «No sé como fue su salida, no he hablado de la situación con él. Me sorprendió porque después de la vuelta del viaje (NdR: a Campana) habíamos hablado de una semana normal, así que cómo se dio sólo lo saben él y los dirigentes». A su punto de vista, el plantel recibió la noticia y se encontró: «Bien anímicamente y concientizados para conseguir el objetivo» y agregó: «Puedo asegurar rotundamente que no hubo una cama. Las mismas preocupaciones nuestras eran las de los jugadores. Estaban muy preocupados por la situación. El malhumor que pudo haber es producto de los resultados».
El cargo de entrenador, que ocupó el último fin de semana y que repetirá el próximo partido ante Central Córdoba, no llegó a significarle demasiado: «No se si es lindo o feo ser el DT porque en una semana me tuve que adaptar a dirigir el Nacional B y con el apuro de salvarse del descenso en un partido» y completó: «Me gusta mi profesión, estar más cerca del jugador, trabajar con ellos».
Se refirió, además, a la cercanía con su hermano (Iván Furios) y la posibilidad de conformar en un futuro un cuerpo técnico: «Después de tantos años afuera estar cerca de Iván lo disfruto mucho. Converso mucho con él y es un medio de consulta permanente para mí. Él ya tiene el curso de técnico, primero que termine de jugar tranquilo que lo hace bien, está contento en un club que quiere. Más adelante veremos, sería muy lindo trabajar juntos pero hay que ver qué quiere él también», concluyó.
