PATRONATO VOLVIÓ A SUMAR MINUTOS

El Rojinegro jugó su segundo amistoso ante Tigre en la ciudad de Concordia. Ganó uno y cayó en otro. Ahora se concentra en la Copa Argentina.

 

A pesar del frío y la humedad que hubo en cancha de Libertad de Concordia, Patronato enfrentó a Tigre para disputar su segundo partido amistoso de pretemporada. El escenario se cambió, debido a que el Matador realizó una campaña solidaria en su estadía en la Capital del Citrus y la entrada era para colaborar con el Hospital.

 

RESULTADO Y ACTUACIÓN POSITIVA
El primer cotejo que se jugó fue el de los presuntos suplentes. Allí el Patrón salió con: Agustín Bossio; Alexander Hollman, Iván Furios, Bruno Duarte, Marcos Maydana; Yamil Silva, Marcos Minetti, Mauro Marconato; Arnaldo González, Matías Quiroga y Alejandro Almada.

 

En los primeros 35 minutos, el Negro tuvo dos caras. Arrancó solido, ordenado, prolijo en defensa, pero poco inteligente en ofensiva. A los 15 minutos ya consiguió la ventaja 1-0 con Bruno Duarte de pelota parada. La pasó mal varios minutos, el barro afectó y de esta manera Tigre consiguió revertir el tanteador.

 

 

Con el 2-1 en contra, el complemento fue distinto. En ese contexto, el Matador cambió y la pelota fue del Rojinegro que con organización y un claro funcionamiento igualó -nuevamente con un gol de pelota parada- y en otra oportunidad con una buena jugada colectiva en el contraataque. Furios y González anotaron los tantos del 3-2 final.

 

LO PERDIÓ EN EL FINAL
Luego fue el turno de los titulares, en el partido más atractivo, finalmente opacado por el estado del terreno de juego.

 

El Santo salió con: Sebastián Bértoli; Lautaro Geminiani, Walter Andrade, Abel Masuero, Ezequiel Garré; Marcelo Guzmán, Damián Lemos, Matías Garrido; Lautaro Comas, Fernando Telechea y Facundo Callejo.

 

En este encuentro ocurrió algo similar al partido anterior. Los de Pedro Troglio dominaron los primeros 35 minutos, con una presión alta, juego friccionado y punzante en ofensiva. Mientras que el Santo no la pasó bien.

 

Faltó conexión entre la defensa y la delantera, en ofensiva se trabajó en inferioridad numérica y lo más destacado pasó por la labor de la línea final, que no pasó sobresaltos importantes.

 

 

Ya en el segundo tiempo, Patronato buscó, Garrido se encargó de distribuir el juego, Comas y Callejos participaron con más contundencia y generaron peligro. Un déficit, dentro de los pocos destacables, la falta de aprovechamiento de la pelota parada.

 

Diego Sosa, volante de los de Victoria, borró los merecimientos que a los 30 minutos aprovechó un rebote en el palo y se encontró con el arco a su merced para anotar el 1-0 final.

 

Nuevamente, el Patrón tuvo más puntos positivos que negativos, obviando el resultado. Jugó dos buenos segundos tiempos, la conexión se aceita, sigue la búsqueda de un buen funcionamiento, la presión fue constante en los momentos claves y el rival no tuvo aproximaciones peligrosas. ¿Un problema? Debería aprovechar las situaciones que genera.

 

Fue un buen papel ante un rival dinámico y que tiene un ritmo más ligero.