FÍSICO Y REDUCIDO

Patronato volvió a entrenarse este miércoles por la tarde en el predio de La Capillita y los trabajos se llevaron a cabo en torno a los dos puntos marcados en el título. Damián Lemos tuvo sesiones de kinesiología. Franco Rivasseau se volvió a sumar al plantel.

 

Y con tiempo de sobra, lo que se remarca como más importante luego de la derrota ante Talleres es la recuperación. Por eso, muchos ejercicios de tornan livianos, aunque con ciertos objetivos trazados.

 

La práctica de este miércoles en el predio de La Capillita sirvió para darles ritmo a los jugadores y comprender conceptos, sin desprenderse de lo físico.

En el inicio de las actividades, las tareas con pesas y ejercicios aeróbicos fueron los que predominaron, para luego dividir al grupo en 4 equipos y realizar fútbol en espacios reducidos. Los elencos fueron alternando el lugar de juego y los equipos.

El conjunto Santo vuelve a moverse este jueves por la mañana, en el predio cercano a la base aérea preparando más de lleno el amistoso ante el Sabalero.

 

¿EL YAGUI?
En la práctica vespertina no estuvo presente Rubén Forestello por un tema personal.

 

ENFERMERÍA
Mauricio Carrasco y Milton Aguilar son los que se mueven en este sector.

 

SEBA ESTUVO SÓLO
«El tobillo no se curó del todo», manifestó Bértoli dos fechas atrás. Por ende, esta semana será clave para que se termine de curar ese maldito dolor que lo tiene a mal traer. Mientras todos tuvieron contacto con la redonda en el reducido, él estuvo apartado, lejos de los demás, sólo con Leandro Ardengui (PF) trabajando diferenciado, finalizando con sesiones de kinesiologia.

 

CON DOLOR
Renzo Vera se mostró molesto durante los minutos de fútbol en espacios reducidos por algunos movimientos que le provocaron gestos de dolor, aunque «sólo son molestias», según dijo.

 

KINESIOLOGIA, DÍA DOS
Damián Lemos, con una molestia en el isquiotibial de la pierna derecha, volvió a trabajar en kinesiologia para recuperarse de esa dolencia y poder arrancar la semana entrante pensando en San Martín de San Juan.

 

Por Gabriel Obelar.