Walter Andrade: «Es cuestión de corregir y crecer»

El Negro brindó su análisis en la vuelta a los entrenamientos luego del amistoso ante Unión, el cuál catalogo como «diferente al de la vez pasada», pero fue claro a la hora de pensar a futuro: «Hay que corregir la salida por abajo». 

«Es una semana donde también arrancamos a entrenar sabiendo que no está confirmado la fecha del viernes, así que bueno, metiendole la mayor predisposición posible a esta semana que ojala sea la última». Ya es ansiedad mezclada con impaciencia y mirando el reloj para contar las horas al inicio del torneo.

Mientras tanto, Patronato sigue su curso y no puede desviarse del camino. Así también lo entendió Andrade que realizó un análisis del amistoso ante Unión: «Pasó un partido lindo e intenso contra Unión, rival duro, con juveniles y dinámico. Fue diferente al de la vez pasada. Sacamos muchos análisis positivos y negativos, pero apuntamos a llegar de la mejor manera».

A la vez, admitió que hubo una merma por el cansancio acumulado: «El día anterior hicimos fútbol con mucha intensidad y por ahí no estábamos frescos al cien por ciento para el amistoso. Pero la semana se dio así, se hizo fútbol por si no se suspendia la fecha».

Y volvió a remarcar: «El análisis es positivo y negativo. A corregir: la salida con la pelota por abajo, presionar bien, no perder la pelota rápido y no retroceder mal. El gol nace de un error nuestro. Cuestión de corregir y seguir creciendo».

Por último, se le consultó por quién sería su rival de turno a lo que dijo: «No lo pude ver en la Copa, tenía la intensión de verlo, ya que teníamos esa pequeña ventaja de saber que jugaba y después iba a venir a jugar acá», explicó y luego, se explayó: «Arsenal es un equipo duro, con características similares a las nuestras. Sabemos que jugamos con un punta de buena talla y contra Sanchéz Sotelo, un jugador dinámico, un delantero importante. Tiene un buen medio campo, con una defensa dura. Hay que apretarlo, presionarlo para sacarle la pelota y llegar más rápido la arco de ellos».

Por: Gabriel Obelar