El Flaco charló mano a mano con La Cábala en el final del entrenamiento en el cuál palpitó la previa al encuentro ante Arsenal el próximo viernes a las 21 en el Grella. «Uno siempre tiene ganas de jugar», tiró y dijo: «Si salimos a presionar, nos pueden romper una línea».
Ya comenzó la espera, el reloj al parecer comenzó a contar y todos aguardan la vuelta del fútbol argentino, hasta el propio Quiroga, quién expulsó: «Después de una pre-temporada tan larga, algo que no es habitual, queremos que empiece el torneo. Ya tenemos muchas ganas y ansiedad», y a la vez, quiere que todo salga bien: «Esperemos hacer las cosas bien, tuvimos mucho tiempo para trabajar, así que ojalá salga lo mejor el viernes».
En cuanto a su chance de ser titular, comentó: «Uno siempre quiere estar ahí. Me tocó estar en los suplentes. Ayer me tocó para los titulares, pero todavía no está definido quién va a jugar. Seguro el técnico va a parar lo mejor. Uno siempre espera la chance, por eso si me toca estar desde el arranque voy a dar lo mejor y sino aportaré desde donde me toque. Hay que dejar los tres puntos en casa».
Y el porqué de su posibilidad, dijo: «Ha ido rotando durante la pre-temporada, donde comenzó con el Tano (Gagliardi), después Gabi (Vargas) y ahora a mí. Mañana definirá el equipo y veremos quién para. Uno siempre quiere estar. Capaz que por mis cualidades en el juego aéreo, es otra la forma de jugar y por eso debe ser mejor. El equipo tiene que sumar puntos y hacernos fuertes de local», culminó su idea.
«Tuvimos la posibilidad de verlo jugar por Copa. Por ahí, con su nuevo técnico, se para distinto, con 3 en el fondo y 5 volantes, pero defensivamente se para con cinco atrás. Hay que tratar de aguantar un poco, si salimos a presionar nos pueden romper esa línea y la mitad de cancha sufrirá»
En el cierre, indicó lo que Patrón debe hacer: «Hay que ser agresivo al tener la pelota, agarrarlo mal parado. La defensa no tiene jugadores altos y hay que sacar esa ventaja. Trataremos de ser un equipo corto para que no nos lastimen», cerró.
Por: Gabriel Obelar