Patronato no concretó las oportunidades claras de gol, malogró un penal y con un hombre de más, no incomodo a Lanús que protegió el punto. Marconato y Dettler los goles Santos, mientras que Carrasco y Tecilla gritaron para la visita.
En está parte, se puede volver hablar de suerte, esa que no tiene Patronato, pero también, y una vez más lo hacemos, en detalles. El Rojinegro vuelve a perder puntos por pequeños errores, desde el falló de un gol, la toma de marcas en la pelota parada, el estar mal parados y el bajón de algunos futbolistas cuando las cosas no salen. El partido, fue de ida y vuelta, con situaciones, con mucho peligro en el arco de Lanús, pero está vez la fortuna no estuvo de su lado. Queda mucho por corregir, Patrón mejoró, pero una victoria contra Sarmiento, la próxima fecha, sería clave para levantar el ánimo del plantel.
GRITOS DE UN LADO Y DEL OTRO
Desde el minuto cero, quedó demostrado que ambos equipos ya entraron dispuestos a llevarse a su oponente, para conseguir marcar y poder empezar a generar su juego. Tal vez esa fue la táctica de ambos entrenadores, porque los primeros 45 minutos fueron un ida y vuelta constante de la pelota y muchas situaciones de gol para ambos elencos.
El partido ya entró armando, no hubo que acomodarse. A los 5 minutos, avisó Aguilar con un tibio disparo, mientras que Lanús hizo lo propio pero con un remate desde lejos. Pero dos minutos más tarde (7′), Milton Aguilar guapeó y luchó contra los defensores Granates, que no pudieron sacar la pelota y el 9 Santo no fue egoista y le cedió la pelota a Mauro Marconato que, sólo dentro del área, se encargó de darle un pase a la red para el 1-0.
Pero las desconcentraciones las sigue pagando el local, porque no alcanzó a festejar que la visita llegó al empate, de una jugada colectiva que se fue desdibujando, tanto que Gabriel Carrasco, el lateral derecho del Grana terminó cómo centro delantero y puso las cosas en ceró, pero 1-1 en el tanteador.
No cesó en ningún momento el ritmo y la intensidad. La fricción apareció, pero los jugadores se encargaron de que no se pare tanto el juego, con asociaciones y triangulaciones. El Negro siguió cerrando a su rival, y de la desesperación por sacarle la pelota a Marconato, un defensor la toca con la mano, el juez sancionó penal. Era la oportunidad para pasar al frente y empezar a dominar el pleito, pero el propio Marconato la pinchó, el arquero se tiró a un lado y la pelota por encima del travesaño. Todo igual.
Acá llegó el bajón, porque Lucas Vera e Isaac Merlo empezaron a manejar el balón y acercarse al arco de Emanuel Alarcón, que nada pudo hacer ante el gol de Nahuel Tecilla, el central que le ganó la posición de Rodríguez y, otra vez de pelota parada, puso en ventaja a sus compañeros.
Diferencia que duró hasta el pitazo final, aunque Gabriel Schvindt, con un disparo potente desde lejos, levantó suspiros con su remate. Perdió chances y oportunidades el Patrón por lo que se retiró de esa manera a camarines.
FUE MÁS, PERO NO ENTRÓ
El complemento fue similar a los primeros minutos del primer tiempo, pero sin tanta verticalidad por parte de Lanús, que decidió replegarse más, pero fue Patronato el que también lo llevó a esa situación.
En esta oportunidad le costó a ambos equipos, que se prestaron y regalaron la pelota constantemente en la mitad de cancha, con pelotazos absurdos o salidas en falso. Patrón fue más en este pasaje del juego, dominó la bocha, pero no fue punzante, no lastimó a su rival.
Cuando comenzó la movilidad de Dettler, Ojeda, Marconato y Schvindt, apareció el juego y las llegadas claras del Santo. A los 12 minutos cayó Marconato a metros del área grande, pero fue Dalmiro Dettler quién la tomó y de derecha, con una parábola perfecta y la velocidad justa, la clavó del ángulo, dejando sin respuestas al arquero que sólo la miró, cómo así también, el festejo de Dalmiro.
En relación a lo que ocurrió antes, está vez no se quedó con eso Patronato, no se conformó y salió, decidido, a buscar a su rival, que contó con espacios, pero desatenciones en lo defensivo. Estos yerros, hicieron que de un pelotazo de Ojeda, la pelota le quede Aguilar, que intentó tirarla para un lado y seguir con la bocha ante la salida de Alán González, el arquero, que la tocó con la mano y se fue expulsado. Buenas noticias para el local.
Con el hombre de más, manejó la pelota de un lado a otro, del medio a la banda y viceversa, pero no incomodó demasiado a su rival, que bajó líneas, hasta cerca del final, que se la jugó y tiró hombres adelante, pero Alarcón se quedó con los centros cruzados para llevar tranquilidad.
Dettler de cabeza, Ojeda desde lejos, Marconato de media distancia, fueron los últimos intentos que hizo el Rojinegro que otra vez se termina lamentando por las situaciones desperdiciadas y terminar en parda, pero lo destacable fue el crecimiento ante la adversidad. Sumó, no cómo se mereció o esperó, pero ahora habrá un lindo compromiso contra Sarmiento, y ahí, puede ser el quiebre para terminar con esta racha.
-SINTESIS-
Patronato 2-2 Lanús
Goles: 7’PT Mauro Marconato -p- (PAT); 9′ PT Gabriel Carrasco (LAN); 25’PT Nahuel Tecilla (LAN); 12’ST Dalmiro Dettler (PAT).
Formaciones
-Patronato: Emanuel Alarcón; Juan Galetto, Pablo Rodríguez, Bruno Duarte, Agustín Pastorelli; Dalmiro Dettler, José Luis Acosta, Gabriel Schvindt, Emanuel Ojeda; Mauro Marconato; Milton Aguilar. DT: Martín de León.
-Lanús: Alán González; Gabriel Carrasco, Facundo Monteseirin, Nahuel Tecilla, Jorge Cáceres; Lucas Vera, Kevin Cardozo, Gastón Lodico; Julián Bartolo, Abel Argañaraz, Isaac Merlo. DT: Ezequiel Carboni.
Cambios
23’ST Juan Cozzani por Gastón Lodico (LAN)
23’ST Santiago Briñone ingresó por José Luis Acosta (PAT)
33¿ST Bruno Chávez ingresó por Milton Aguilar (PAT)
33’ST Maximiliano Luque por Abel Argañaraz (LAN)
40’ST Juan Ignacio Suárez ingresó por Gabriel Schvindt (PAT)
40’ST Joel Garbuia por Isaac Merlo (LAN).
Amonestados
19’PT Facundo Monteseirin (LAN)
26’PT Nahuel Tecilla (LAN)
43’PT Bruno Duarte (PAT)
2’ST Pablo Rodríguez (PAT)
16’ST José Luis Acosta (PAT)
Expulsado: 21’ST Alán González (LAN)
Árbitro: Jonathan De Otto
Lugar: La Capillita.
Por: Gabriel Obelar