Cuando uno arma un proyecto, generalmente piensa en las bases o cimientos, en los cuales apoyar el trabajo. En ese sentido, Gustavo Álvarez tiene cuatro años dirigiendo Primera División, en los cuales llegó a equipos que peleaban con el fantasma del descenso. Así y todo, demostró en Aldosivi, por ejemplo, que sus equipos tienen impronta y no negocian el ir para adelante. ¿Es el momento indicado de cambiar?

Ahora, los dirigentes de Patronato deberán poner en la balanza las cuestiones a tener en cuenta a la hora de renovar su contrato. Que sea solo un año de transición, donde se cuide la billetera, o sea el año de despegue para que la institución avance y se afiance de una vez por todas en Primera. Si es el momento de cambiar o no en el club.
Dadas las circunstancias respecto al juego me gustaría ver a un equipo sin esa mochila pesada, bajo las ordenes de un director técnico que, sin importar el mínimo margen de error, pregone el buen fútbol, sin importar que por momentos impaciente a más de uno.
El cuidar la billetera es una gran manera de poder transitar este pasaje extraño que serán las próximas temporadas. Ahora bien: ¿A qué costo?
Es muy necesario que se cuiden los intereses del club y la mejor manera de hacerlo no es no comprar un jugador. Sino realmente apostar a formar al menos a tres que estén en la plantilla titular, para que el patrimonio de la institución crezca dando frutos el esfuerzo que hacen los formadores de las inferiores.
Es difícil la situación y seguramente se tomarán los recaudos necesarios para poder avanzar en esta historia de la Primera División, pero si en un primer momento cuando se lo contrato a Gustavo Álvarez como entrenador, se creyó en su proyecto no veo inconvenientes para que esta aventura continúe con el mismo capitán al mando.
Por Gonzalo Benedetich.